La expresión política del gobierno de las ciudades: El municipio
| Autor | Fortunato González Cruz |
| Cargo | Director del Centro Iberoamericano de Estudios Provinciales y Locales, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes |
| Páginas | 11-47 |
11Provincia Nº33, enero -junio 2015
Resumen
El municipio en la actualidad debe responder a los nuevos retos del mundo
globalizado. Sus elementos esenciales están representados en la población, el
territorio y el gobierno, lugar donde se expresan las necesidades y demandas
de la sociedad. En vista de los desafíos que impone la modernidad, las mu-
nicipalidades están en la obligación de responder a ciertos aspectos claves,
entre los que se encuentra la educación de sus habitantes, la calidad en la
producción y prestación de los servicios y bienes públicos, y el bienestar y la
prosperidad como nes del Estado. Es por ello que la investigación pretende
dar cuenta de las expresiones políticas del gobierno de las ciudades a través
de la institución que más se acerca a los ciudadanos: el municipio.
Palabras Clave: Expresión Política, municipio, ciudades, globalización
Abstract
The municipality now must respond to the new challenges of the globalized
world . Its essential elements are represented in the population, territory and go-
vernment, where the needs and demands of society are expressed. In view of the
challenges posed by modernity , municipalities are obliged to respond to certain
key aspects , among which is the education of its people , quality production and
delivery of public goods and services , and well-being and prosperity as goals
of the state. That is why this research seeks to explain the political expressions
of the city government through the institution closest to the citizens: the city .
Keywords : Expression Policy, county, cities , globalization
La expresión política del gobierno de
las ciudades: El municipio
The expression of government policy cities: Municipality
Fortunato González Cruz
Director del Centro Iberoamericano de Estudios Provinciales y Locales, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la
Universidad de Los Andes
Recibido: 10/10/2014 / Aceptado: 24/10/2014
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González Cruz, Fortunato José
1.- Introducción
Con más de dos mil años de historia si tan sólo se cuenta desde que el
Imperio Romano acuñó el nombre, el municipio se mantiene como la
institución más común y más idónea para el gobierno de las ciudades
(Orduña. 2003). Desde antiguo ha tenido sus fortalezas y debilidades
muchas de las cuales siguen unidas a él como formando parte de su na-
turaleza. Cada tiempo y cada lugar dibujó sus matices habida cuenta de
los componentes particulares de cada sistema y les agregó los propios
dependiendo de las circunstancias. El siglo XXI llega con un municipio
cargado de siglos, pero más que un anacronismo incapaz de enfrentar
los nuevos retos, pareciera que la pátina del tiempo lo ha fortalecido y
preparado para continuar su andadura quien sabe por cuánto tiempo
más.
No es el caso ahora hacer historia municipal, pero si señalar que en
tiempos tormentosos de calamidades, conictos y guerras, mientras los
poderes centrales se han ocupado de la muerte o han estado ausentes,
el municipio ha estado al lado de su gente. Los peores momentos los ha
vivido cuando se han impuesto los autócratas y los dictadores, que con-
centran el poder, colocan sus intereses por sobre los locales, eliminan la
autonomía municipal y designan cónsules y subalternos muchas veces
entre la propia élite local que han sustituido a los ciudadanos investidos
de la soberanía popular. El intervencionismo centralizador siempre ha
producido consecuencias desastrosas para la ciudad y sus habitantes
cuando desde el poder central se ha dudado de las capacidades locales
para gestionar sus asuntos, se le ha negado recursos políticos y nan-
cieros, recurrido a mecanismos de sometimiento y coartado las inicia-
tivas. Por el contrario, cuando se ha procedido apelando a relaciones
de cooperación, a mecanismos de coordinación, o brindando apoyo y
asistencia técnica y nanciera, es decir, acompañando al municipio en
sus esfuerzos de gestión de los intereses locales, en la búsqueda de
soluciones negociadas, entonces los éxitos y logros han sido evidentes.
Esa es la experiencia que puede ser constatada en miles de municipios,
unos reducidos a entelequias burocratizadas y los otros orgullosos de
sus éxitos. Basta viajar, leer los informes o recorrer los incontables cami-
nos de Internet para darse cuenta de que las vías francas son conocidas,
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como también las trochas por donde han metido al Municipio quienes
apuestan por la centralización.
En el discurso de orden pronunciado en la sesión solemne del 19 de
abril de 1999 en el Concejo Municipal del municipio Miranda del estado
Mérida de lo siguiente:
“Pero la historia del Municipio no termina el 19 de abril de 1810. Los
duros años de la guerra de independencia lo obliga a replegarse por ra-
zones de la estrategia y de la táctica que impone la lucha. Luego, cuando
Venezuela es apropiada por las oligarquías conservadoras y liberales,
avasallada por caudillos, sometida por tiranos, saqueada por los usur-
padores de la soberanía popular, es el Municipio pobre y arrinconado
el que se ocupa de atender a la gente, y con los mismos brazos que tra-
bajan los barbechos abre caminos, levanta puentes, sostiene las escasas
escuelas que habían, y los lazaretos, y los cementerios, y los degüellos.
Mientras en Caracas se saquea a manos llenas el tesoro nacional, de la
Venezuela empobrecida, de la famélica provincia venezolana se ocupa
el Municipio, con los recursos que tiene que son más la voluntad de
unos pocos hombres que se echan al hombro los intereses locales.”
Existen otras formas de gobierno de las ciudades como los principados,
las comunas, los regímenes fundamentalistas islámicos, los gobiernos
tribales o la anarquía. Pero cuando nos referimos a un sistema cuyos
componentes básicos son la cercanía, la democracia, la atención de los
asuntos propios de la vida local, la autonomía, el cumplimiento de de-
terminadas competencias locales y la disposición de recursos propios,
entonces estamos en presencia del municipio. Estos elementos suelen
presentarse con muchas o pocas deciencias, pero ello no desnaturaliza
la esencia del modelo municipal. El municipio es una institución políti-
ca, un sistema de autogobierno urbano que atiende los asuntos propios
de la vida local y una instancia de gestión de los servicios públicos.
El municipio se dene como el sistema de gobierno autónomo de una
ciudad. Es en primer término autónomo porque tiene las posibilidades
de tomar decisiones sobre los asuntos propios de la vida local sin suje-
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